sábado, 8 de marzo de 2014

EL OÍDO DE LOS ANIMALES.

¿Todos los animales tienen oído? ¿Todos escuchan igual? ¿Tienen todos orejas?
No, es la respuesta a todas estas preguntas. El ser humano tiene orejas para poder escuchar pero apenas tienen movimientos, sin embargo existen animales que pueden moverlas y orientarlas hacia la fuente sonora.

La capacidad de percibir el sonido o espectro es variable para cada especie.
Algunos ejemplos sobre la audición de los animales son: 
  • La lechuza es uno de los animales con mayor sentido auditivo. Son capaces de escuchar un sonido a decenas de metros de distancia.

  • Los delfines y algunas ballenas producen sonidos para comunicarse y reconocer su entorno y poder cazar. Este sistema se llama ecolocalización, consiste en la emisión por parte del animal, de ondas sonoras en el agua. Estas ondas rebotan en algún sólido y regresan en forma de eco. Ese eco es captado por la mandíbula animal y de allí se envía el mensaje al cerebro.   
  •   Los murciélagos utilizan también el sistema de ecolocalización.

  •  La polilla es el animal que puede oír a más frecuencia, tiene la capacidad de escuchar hasta los 300 Khz, mientras que los humanos solo somos capaces de detectar los 20 Khz.
  • Perro, su oído es realmente bueno, puede oír sonidos desde muy lejos, mucho más lejos de lo que imaginamos. Un perro puede levantar una oreja para captar un sonido inicial, después puede usar ambas para captar el máximo número de ondas sonoras.


-        La audición del caballo parece como una caja de resonancia, es muy aguda, manipula sus orejas a voluntad hacia el sonido, lo cual lo hace extraordinariamente receptivo a la voz humana.

-        Los elefantes pueden comunicarse unos con otros a distancias inexplicablemente lejanas entre 12 y 15 kilómetros, mediante sonidos que emiten a baja frecuencia y, por lo tanto de un modo no perceptible para los humanos.

-        En el gato su sentido del oído o la acción de oír y su alcance se encuentra muy desarrollado comparándolo con otros animales. El pabellón auricular contiene 30 músculos los cuales hacen posible que la puedan mover en la dirección de cualquier sonido con mucha rapidez, aún más que un perro guardián bien entrenado a escuchar ruidos extraños en un determinado lugar. La oreja de los gatos es pequeña, ancha en su base y aguda en su parte superior, un maravilloso receptor de sonidos.


-        El medio en donde vive obliga al conejo a desarrollar el sentido del oído con una gran sensibilidad, pues muchas veces le es más importante que la vista para salvarse. Tiene dos pabellones auditivos grandes y que puede orientarlos de tal manera que reconoce los ruidos por más imperceptibles que sean.



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