Este entrada estará destinada a aportar más información sobre el mundo animal, centrándonos en dos animales concretos y en el ciclo de la vida de ambos.
La rana, pertenece al grupo de los animales anfibios. Son todas aquellas especies de animales vertebrados que pueden vivir tanto dentro como fuera del agua y se distinguen por la transformación o metamorfosis que sufren durante su crecimiento.
Con lo cual, este animal pasa por una serie de etapas como son:
- DE HUEVO A LARVA.
- DE LA LARVA AL RENACUAJO.
- DEL RENACUAJO A LA RANA ADULTA.
- LA RANA ADULTA.
De huevo a larva...
- En la primavera las ranas macho emiten un sonido, hinchando su garganta, para así llamar la atención de las ranas hembras.
- Estas se colocan en el agua para poner los huevos, la rana macho se sitúa sobre la espalda de la rana hembra, empujando y ayudando a que los huevos salgan de ella. A medida que van saliendo, el macho desprende el esperma para fecundarlos.
- Tras dos semanas de fecundación las larvas salen de los huevos:
- Su forma es parecida al de una cabeza, ya que no se distingue esta del resto del cuerpo.
- Aún no tiene cola.
- Se adapta perfectamente al medio acuático gracias a la posesión de las branquias que les permiten respirar bajo el agua.
- A los pocos días se les forman la boca, pudiendo así alimentarse.
- Son herbívoras.
De larva a renacuajo...
- Sigue con la metamorfosis. El renacuajo ya no respira mediante branquias sino a través de pulmones convirtiéndose de esta manera en un animal terrestre.
- Desaparecerá la cola. Se ensanchará la boca.
- Aparecerán membranas en los tímpanos.
- Los ojos le sobresalen.
- Desarrollará las extremidades, primero las traseras y después las delanteras
- Vivir hasta los 14 años, aunque su esperanza de vida sea de 4 a 8 años.
- Puede permanecer largo tiempo bajo el agua.
- Puede sobrevivir varias semanas sin alimentarse.
- Es inofensiva teniendo en cuenta que no puede lanzar veneno, aunque muchas especies tropicales pueden ocasionar accidentes por toxicidad debido a secreciones cutáneas.
- La mayor parte de las ranas venenosas viven en América del Sur y Centroamérica.
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